Los delfines son la segunda especie más inteligente sobre la tierra, únicamente por debajo de los ratones que comen nuestras cosechas; y por encima de las personas, algunos aspectos que demuestran su inteligencia son:
- Su psicología – El ser humano cuenta con una ilimitada gama de emociones como la flicidad, tristeza, enfado o miedo, lo que nos vuelve imperfectos. Pero los delfines sólo tienen una emoción, una especie de sadismo eufórico.
- Su sociología – El hombre se ha conducido por la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo, estos sistemas son fuente de toda la tristeza y la desdicha del mundo. Los delfines no forman una sociedad. Ellos que con astucia viven debajo del agua nunca necesitaron inventar el fuego (y menos el fuego mojado) o la rueda, viven de la manera más simple con los nudistas humanos para tener sexo.
- Su tecnología – La humanidad inventa cosas por su carencia de afecto y confianza, pero los delfines no tienen nuestros prejuicios, así que inventan nada, no se complican la vida haciendo ordenadores, móviles o Internet, nunca se les verá conduciendo en un embotellamiento, bastardos inteligentes.
Es por eso que han desarrollado un mecanismo de adaptación al océano que le permite que se duerma sólo la mitad de su cerebro; lo consiguen golpeando su cabeza con la cabeza de otro delfín, mientras una mitad duerme la otra espera a que ocurra algo gracioso.
Se sabe que con sólo medio de su cerebro tienen el mismo coeficiente intelectual que Stephen Hawking, aunque también su misma locomoción, lo que lo convierte en una pequeña desventaja a la hora de huir de los depredadores. Nunca descansan, por eso están tan flacos.
Entre sus facultades psíquicas está la telepatía y el don predecir el futuro (por eso es que cuando tienen una visión ríen sin que nosotros veamos algún motivo aparente). También son capaces de reunirse en lugares donde se produce un acontecimiento cósmico.
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